El comienzo de la imaginación

¿Donde esta Lucy?

Aquella noche llovía. Era una lluvia fina, murmuradora. Meggie, observaba desde su ventana como la lluvia traspasaba la helada hierva. No podía olvidar de lo que suponía tener una cualidad especial, una cualidad que tan solo ella poseía. Algo así como un don. Ella podía ver lo que había pasado en ese lugar, con tan solo tocar a las personas u objetos que estuviesen alrededor. Lo descubrió, una noche igual a la que estaba viviendo; una noche, con una lluvia fina y murmuradora, poco agresiva, pero muy intensa. Por esa razón pasó toda la noche en vela. A la mañana siguiente Meggie fue al jardín a pasear a su perro, un Westie, de nombre moon. A Meggie no le costó mucho decidir el nombre, aparte de porque ya sabia desde hacia dos días, que le iban a comprar aquel perro, eligió ese nombre porque según ella, es la creación mas bonita del mundo, la luna. La casa de Meggie era muy acogedora, llena de flores con un bosque al lado. No había civilización por los alrededores pero la gran ciudad, París, se encontraba a tan solo dos manzanas de su humilde casita. La compartía con su madre, Lisa, una mujer trabajadora, ahorrativa y muy precavida, con su padre, Matt, un hombre responsable y con gran afán de la vida, y por último con su hermana, Lucy, una niña de tan solo seis años de edad, muy espabilada y muy nerviosa. Cuando Meggie volvió a casa, entonces se dio cuenta de que algo raro estaba pasando, Lucy no estaba allí. Ella le preguntó a su madre Lisa, que donde estaba, Lisa abrió de repente los ojos medio cerrados que tenía y subió rápidamente a la habitación de Lucy. Ella no estaba, nerviosa, Lisa, fue a buscar a su marido, Matt. No obtuvieron respuesta, pero Meggie se puso a buscar por su cuenta. Encontraba raro que de repente su hermana hubiese desaparecido sin dar ninguna explicación ni ningún aviso. Meggie fue a la habitación de Lucy y respirando hondo, cogió las sabanas y cerró los ojos. Abrió los ojos y se puso nerviosa, contraída, no lo entendía, su hermana aparecía levantandose de la cama solo, sin nadie alrededor, sin nadie obligando a Lucy a hacerlo. Meggie muy desesperada, intenta agarrar sus juguetes, pero no hay manera no ve nada extraño, como si esto no hubiera sucedido. Meggie tropieza cayendo encima de una manta en ese momento ve algo, ve a Lucy bagando solitariamente por la casa. Eso quería decir que no la había sacado a la fuerza de casa. Intentando recordar lo que había visto se dirigió a la habitación de los invitados, y al sentarse en la cama volvió a ver algo, vio como Lucy jugaba en esa cama, saltando y riendo. Sin mucha explicación, Meggie sonrió, miró debajo de la cama y allí estaba asustada, temblando, horrorizada. Lucy la miró a los ojos y le confesó que había estado mirando una película de terror, mientras todos dormian. Meggie no izo como otras veces, no le regaño, simplemente la cogió, la abrazó y se dirigió al comedor donde se encontraba Matt y Lisa, con cara de preocupación. La abrazaron con emoción pero de golpe Lisa dejó de hacerlo y le regañó con pequeñas palabras que a Lucy no tardaron en hacerle efecto, se puso a llorar. Meggie mirando con respeto a su familia, cogió a Lisa, y la abrazó, juntando a Matt y a Lucy también. Hacia mucho tiempo que no se daban un abrazo como aquel.